breve (pero intenso) autobombo
Daremos cuenta en breve de cómo ha comenzado este mes (y no me refiero a
las altas temperaturas) pero de momento, y en vista de los tremendos
problemas de distribución de Los Cuadernos del Hafa, invito a los
interesados a contactar directamente con el autor o, lamentable pero
inevitablemente, acudir a los "Grandes Espacios Culturales" (sic) como La Casa del Libro
o confiar en que el librero de confianza tenga a bien solicitarlo y
pelearse con distribuidora y editorial para que se lo sirvan con
rapidez.
ISBN 978-84-15324-88-1
En breve información más amable...gracias!
Y como lo prometido, se atreven a decir, es deuda, regreso a pagar la
mía. Pasó, efectivamente, julio, con su enredadera de termómetros
desquiciados y brújulas ebrias. Inicié el mes retornando a Marruecos,
para mejor despedirme de sus gentes y lugares, hasta la próxima ocasión
que hoy se me antoja demasiado lejana...veremos. Y regresé al Hafa,
¡no podía dejar de hacerlo! También aproveché mi viaje para entregar,
en mano, un ejemplar de Los Cuadernos del Hafa al nunca lo
suficientemente valorado Juan Goytisolo. Levanté acta pública y ampliaré información, en breve. Mágico momento que el óxido del tiempo no conseguirá calcinar.
Y de regreso a la península, añadí un nuevo puñado de magia al remendado
bolsillo del corazón. León: gótico, tabernas, calor, y un salvaje ramo
de poesía deshilvanando el murmullo silencioso de los soportales.
Momentos que perdurarán y personas que cambian el mundo, amigos y cruces
de caminos o conexiones exactas. La editorial Origami presentaba
algunas de sus últimas publicaciones y este humilde escriba tartamudeó
unos párrafos de su novela ante un público instruido, cortés, atento...
Gracias a los magníficos poetas que me permitieron entrar sin llamar en
tan sacra fiesta de la palabra. Gracias a Julia y Vicente, también
poetas, por enamorarme de su ciudad que ya es también la mía.
En breve llegará agosto a estas tierras y yo aterrizaré en otras más
lejanas. Los Cuadernos del Hafa emprenden nuevas rutas. Bolivia les
espera y en mi corazón permanece, y conmigo viaja todo aquel que, al
calor de estas páginas, ha encendido chispas que serán incendios de
amistad eterna...
Nos vemos al otro lado del Atlántico, recordad que la distancia sólo es un estado de ánimo.
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