lunes

noviembre 2011

  Los Cuadernos del Hafa, una novela de Pablo Cerezal

de inminente aparición en tu librería preferida (o, al menos, en esa que pasará a serlo desde que hayas adquirido en ella mi libro)
Efectivamente, amigos, la cuenta atrás ha dado comienzo, y poco tiempo resta para poder ver publicada esta obra a la que no pocos desvelos y sí muchas satisfacciones dediqué durante un tiempo.
En su momento informaré, desde este rincón, de la puesta a la venta y de los medios para que podáis tener en vuestras manos un ejemplar (desde aquí me ofrezco al autografiado y el comentario, el café y la charla, los vinos y las digresiones...por si a alguien le pudiese interesar).
Adelantándome a ese día os animo a que compréis mi novela en versión papel, a pesar de que se encontrará también disponible en otros formatos más acordes con el devenir de los tiempos (electrónico, e-book, y cosas así). Y lo hago por dos motivos:
1- conseguiréis de esta manera colaborar en la ardua labor del autor para abrirse paso en el mundillo literario (y bien sabe más de uno que nada me haría más feliz). Os asombraríais al saber lo importante que es para que un libro (de alguien que no sea Vargas Llosa, Ruiz Zafón, Cervantes ó etécé) conozca una buena distribución y esté disponible para el público, así que os ahorro el sofoco asegurando que es vital el hecho de entrar en una librería, buscar el libro y, de no encontrarlo (lo más seguro), solicitárselo amablemente al encargado. Esto obliga al establecimiento a ponerse en contacto con la distribuidora y a ésta a expender unos cuantos ejemplares más...siempre y cuando el librero sea persona de trato afable y amante de su trabajo (sí, aunque os cueste creerlo, todavía existen personas que disfrutan con su trabajo).

2- no menos importante es el hecho de que entraréis en esa supuesta librería, recorreréis sus pasillos atropellando vuestra mirada con millones de letras apretadas, hojearéis algún que otro volumen, podréis oler sus páginas, gozar las efluvios de la tinta seca, acariciar las diversas texturas de los lomos y sorprenderos con las infinitas posibilidades del diseño gráfico. Creo firmemente que el placer de la lectura no habita sólo en el entendimiento y la imaginación sino que agrupa otra serie de goces sensoriales en que intervienen casi todos los sentidos (el sabor, cierto es, aún no puedo constatarlo...tiempo al tiempo). En caso de no encontrarle gusto a este deambular, al menos podréis haber ocupado ese tiempo que os resta por haber llegado demasiado pronto a una cita, por ejemplo.
Dicho lo dicho...
seguiremos informando

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